Fue una bellísima y concurrida actividad.
Un total de 35 personas, 20 damas y 15 caballeros. La mayoría jóvenes, algo que hizo de la jornada tener un toque mas atractivo y dinámico.
Cada asistente traía algo para compartir, y la mesa con las frutas mostraba la real abundancia.
Se disertó sobre la paz, su verdadero significado. Somos el espejo de los demás y ellos a su vez nuestro espejo. Cuando en nuestra alma está instaurada la paz es lo que nos circunda.
La abundancia es un estado natural del ser humano, es lo que queremos para nuestra amada Venezuela. Se reflexionó profundamente sobre el tema y las implicaciones de los programas y paradigmas instaurados en nuestro subconsciente desde muy chicos. El miedo es quien nos hace reaccionar de manera no adecuada. Solo cuando el perdón forma parte de nuestra vida, estamos en capacidad de ver las cosas de otra manera, mas sana y feliz.
El temazcal se hizo demasiado pequeño para todos los asistentes, con algo de "mañita" y tal vez un poco de intervención divina, se introdujeron 32 personas dentro del espacio. Aun no logro explicar como fue eso posible...
Las expresiones acerca de la experiencia, que para la mayoría era desconocida, fueron muy enriquecedoras. Los cantos entonados por Chia, las oraciones y el goce de la sanación chamánica del temazcal dieron paz a los asistentes y el deseo de repetir las experiencias fueron un común denominador.
En diapositivas el resumen de la actividad Gracias, gracias por estar aqui
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