13 febrero 2013

"Conexión con mi YO SOY y la naturaleza" memoria

Este ha sido un grupo de mujeres realmente excepcional por múltiples razones. 
El viernes se ubicaron en la "casita de Conny" 8 estupendas mujeres dispuestas a realizar el curso intensivo, hubo una interesante sorpresa ya que 4 son docentes. Arribaron de lugares tan distantes como Punto Fijo, Maracaibo, San Cristóbal, quienes viajaron desde la noche del día jueves para estar aquí. También estuvieron representadas Valera, Timotes y Tovar, la única procedente de la ciudad de Mérida es la más joven del grupo. 
No se conocían entre ellas, se acomodaron en las habitaciones y la hermandad surgió casi de manera inmediata, todas son de una elevada calidad espiritual. 
El curso ha sido fenomenal, las herramientas de desarrollo humano que nos aportó Conny son de gran calidad, las clases sobre flores son evidentemente facilitadas por su gran experiencia de años como terapeuta, además el amor y contacto con la naturaleza. 
Un momento encantador fue el observar y apreciar con los cinco sentidos la maravilla de un amanecer en un lugar como el que estábamos, aire puro, con una neblina espectacular, debe ser esa pureza de ambiente la que nos hizo rejuvenecer. 
Un fragmento que no debo pasar por alto fue las delicias que nos preparó Magaly, cocina sana y deliciosa, esto no solo fue espacio de encuentro a modo de intensivo, fue una desintoxicación desde todo punto de vista. 
Nuestra amiga de San Cristóbal, Doris, quien es poetiza le dedicó un poema a la cayena, unos versos hermosos. 
Realmente el día 08 de febrero llegaron 8 desconocidas y el 12 partieron de este lugar 8 hermanas. 

Aqui una presentación que recoge parte de las imágenes del encuentro.

1 huellas en el sendero:

Infinitas gracias Siry por compartir tan linda "Memoria". Pasar cuatro días maravillosos en contacto con la madre naturaleza entre las montañas andinas venezolanas en el Jardín de mi amiga Conny; y reencontrarme con 10 extraordinarios Seres de luz que se convirtieron en Hermanas del camino, pude descubrir que los umbrales mágicos de encuentro me imbuyeron de una gran paz interior y que esos lugares no son "ni esto ni aquello", sino que existen momentos especiales de conexión... Namasté...!!!

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Gracias por tu huella en el sendero

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